martes, 10 de febrero de 2009

... Héctor

Llueve…

La certeza de que está mejor y que cumplirá su promesa de cuidarme me da esperanza.
Cumplirá, como todo lo que prometía en vida.
¿Por qué de mí? No sé, hermanito pero lo agradezco.
Contigo el amor era entrañable, eras parte importante de él y es difícil desprenderse de lo que se ama, es probable que por eso no pudo despedirse de ti, eso no te hace menos importante en su vida, todo lo contrario, él conocía la fortaleza de cada uno.
Sabía quien podía escucharle y llorar con él su dolor y quien luchó con él hasta el último aliento por vivir, amar, reír…entre ellos estabas tú.
No tuviste la oportunidad de escuchar las palabras de Aura pero no hubo mejores: Gracias Dios por darme un tiempo con él y disfrutar de su compañía y por la gente que hoy está aquí para despedirlo, porque ellos me recordarán que son parte de la semilla de amor que él sembró en cada uno de nosotros.

Nos toca sembrar.

Mi estimado foquito, gracias por seguir iluminando, dale un fuerte abrazo a tu hermano que seguro te esperaba, como ahora, lo harás tú.