Mi padre no perdió la batalla porque luchó hasta el último aliento y nos cuido hasta el final y después de él, a tal grado que su despedida no fue sutil pero me alivió el alma, contaba en un post anterior que mi padre cantaba “A mi manera” y me hacía llorar cada que le escuchaba, la última vez que escuché la música fue sin su voz pero con sello personal.
El día que su cuerpo descansó, lo acompañábamos en el hospital y minutos antes habíamos platicado como familia y decidimos que era momento de dejarlo ir y al escuchar nuestro corazón, dejó de latir el suyo no sin antes despedirse. En Terapia Intensiva tenían siempre música instrumental empezó a sonar “A mi manera” hubo una pausa e inició “Por ti volaré” de Bocelli. Fue cuando salió el médico a decirnos que él ya descansaba.
Tenía 7 meses y medio de embarazo y debo reconocer que de no ser así, probablemente a la fecha no podría sonreír de nuevo, es más, ni siquiera tendría la fortaleza para intentarlo, él fue por mucho tiempo el hombre más importante en mi vida, ahora son 3 los que compartes ese espacio y no me pesa decirlo.
Mi yaya falleció al día siguiente que mis hijos nacieron, no sé si cedieron el espacio o decidieron interceder por todos los que nos quedamos de primera mano, muchas veces les digo que pidan audiencia porque necesitamos fortalecernos de nuevo o a ver si por lo menos nos mandan información confidencial para hacernos ricos, pero no más no nos mandan los número del Melate o la Lotería, claro tampoco los compro, ja.
Hoy mis enanos ya tienen tres meses y yo ya puedo empezar a escribir de nuevo, no es fácil cuando las palabras se te enredan con los sentimientos y no se acomodan, todavía no puedo escuchar “A mi manera” pero él me habla también con Elvis a través “Always on my minde”, les digo nunca fue sutil, pero sí certero.
