lunes, 23 de mayo de 2011

Aniversario

Te extraño como el primer día que dejé de escuchar tu voz, por un tiempo la olvidé porque me causaba mucho sufrimiento, ahora tengo de nuevo el recuerdo nítido, claro, como si fuera ayer cuando le hablabas a los cuatanetos.

Escucho “A mi manera” pero todavía no me atrevo a buscar entre los vídeos cuando la cantabas, pero eres tú de nuevo en mis sueños y ahora sé en ellos que ya no estás conmigo pero platicamos, reímos y te cuento de mis hijos, los ves sonreír y disfrutas de ellos.

Sé que habrá muchas cosas que estaré haciendo mal con ellos, pero me esfuerzo para ser buena mamá. Amarlos y cuidarlos no me cuesta nada, el trabajo se ve reflejado cada noche en una casa que parece zona de desastre pero con dos bebés durmiendo en sus cunas, sonriendo por las mañanas y dos papás con ojeras que adornan sus ojos y alimentan el corazón.

Me sonríen y me buscan, me llaman mamá y a veces me regañan con jeringonzas que no entiendo pero me da por reír con ellos, a veces se enojan por eso y otras tantas terminan riendo con nosotros.

Te extraño y desearía vivir esto contigo, que les cantaras y platicaras con ellos como lo hiciste antes de tu partida, pero estás mejor que nunca, y rezo porque los visites y algún día me cuenten que juegan con su abuelín aunque yo ya no te vea.




Fuimos a misa el sábado en el primer aniversario de tu partida, te sentí entre nosotros.

Te amo papá.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Plegarias

Ajustes de eso va a ahora mi vida, un anillo de compromiso el día de mi cumpleaños sin fecha de boda pero el compromiso más fuerte que nunca, una oportunidad de mejoras laborales, dos ‘nanos’ que buscan caminar y llevan puesto sus cascos en todo momento tan importante como el pañal y el inicio de los zapatos, es que son tan atrabancados que ayer nos sorprendieron sosteniéndose uno al otro del casco de su hermano casi sin notar que estaban de pie.

Ajustes de eso va ahora mi vida, van a cumplir un año y con ellos también un año de haber partido mi padre y mi yaya, una misa para ellos y un feliz cumpleaños para los ‘nanos’ y ahora se me ocurre que debería celebrar de igual manera para los cuatro ¿por qué no? ellos están mejor que nunca, no hay dolor ni sufrimiento y seguramente ahora más que nunca disfrutan de pláticas ininterrumpidas y miles de anécdotas y juro que puedo casi aseverar que nos visitan mientras dormimos.



Ajustes de eso va ahora mi vida, que vengan los retos, los acepto porque sé que creceré con ellos y por lo pronto pido una plegaria por mis amores, mi padre que me deja llamarle mientras duermo y platicar con él en sueños, aún me aconseja, mi yaya que seguramente ahora está más feliz que nunca cocinando para su Chaly y por mis hijos que son el motor en mi vida y para que una luz siempre guíe sus pasos.