miércoles, 27 de mayo de 2009

El espacio de "cositas"


No existen malas intenciones en lo que se dice, sino en lo que se quiere entender, no cabe duda que el uso de lenguaje es todo un arte, el significado y el significante llegan de pronto a cambiar el contexto.

Un frase simple y con una intención directa cambia de pronto por una palabrita que le da por colarse donde no debía y las miradas con ojos de plato y las carcajadas tardías aunado a todo tipo de pensamientos pecaminosos llegan en el momento en el que la única mujer entre un número indefinido de hombres pícaros debería desaparecer por arte de magia.

Durante una junta de trabajo de tintes normales y aburridones, en dónde lo único interesante era saber sí Luis y yo seríamos contemplados para tomar un curso para usar un nuevo programa de monitoreo en caso de que nuestros respectivo jefes así lo creyeran conveniente, todo fue drásticamente sacado de contexto y ¡bolas!

En una instrucción en la que un ejemplo quería dar a entender que los viernes no es un día apropiado para programar eventos internos, se escucho la frase: “los martes, miércoles y jueves es cuando Karina y yo planeamos esas… cositas” el espacio en blanco para buscar la palabra y la “PALABRA” que dijo como para resumir y salir al paso, dio al trate con la seriedad del momento cuando cuatro miradas se posaron en mí y la sonrisa pícara dio entrada al desastre.

Y Karina trataba de mantenerse ecuánime, tranquila, pero al concluir y ser escoltada a mi lugar por tres directores y un editor solicitando anuencia para planear cositas fue el acabose, no sé en que momento dejé de ver a tres para contar cinco y ya no sabía si eran para ayudar o dejar caer la rosa sobre la lápida.

¿Cómo se sale de estas? No paraba de reír por nervios y queriendo explicar “lo que el presidente quiso decir” y la mente en blanco, afortunadamente la llamada de las 12 para la junta de Fin de Semana me liberó de ser presa de la tortura.

¿De qué murió? Pánico escénico.